Me pasa que ando egoísta estos últimos días, siguiendo un viejo consejo de un egoísta profesional...he tratado no sólo de satisfacer las necesidades de los que me rodean, sino pensar en las mías propias de mi misma, que muchas veces dejo de lado. Lamentablemente, el egoísmo se nota de inmediato, la solidaridad no. ¿Por qué será?
¿Por qué los que yo quiero no desean parte de mi satisfacción, pero yo tengo que ser siempre de las suyas? ¿Ahhhh?
¡Claro! porque yo soy minoría: mi vida es más relajada porque no tengo hijos, porque soy soltera, porque no pago dividendo, porque me puedo dar gustos que las casadas y con hijos no pueden.
Mmm...
Mmm...
No voy a justificar mi soltería, ni que quiera gastar unos pesos más (que no me sobran) para celebrar mi día. Me lo merezco y punto, igual que se lo merece mi colega que tiene hijos, o las que tienen marido que atender, o una casa que mantener.
Me niego a celebrarme donde no quiero. Yo eligo cómo me regaloneo y punto.
